En la ciudad francesa de Albi, cerca de Toulousse (Francia), surgió una secta gnóstica: los cátaros, cuyo nombre deriva de una palabra griega que significa PURO. También les llamaban Albigense, por la ciudad donde la creencia nació.
Los cátaros eran herederos del maniqueísmo, una religión basada en la existencia
martes, 13 de marzo de 2007
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